Daisy Devreaux debe elegir entre ir a la cárcel o casarse con el misterioso hombre que su padre ha escogido para ella. Las bodas concertadas son una cosa del pasado... ¿O no? Alex Markov, tan guapo como hosco, no tiene intención de jugar a ser el novio cariñoso de una pequeña cabeza hueca adicta al champán. Dispuesto a domarla a su manera, arrastra a Daisy desde su destacado lugar en la alta sociedad a un pequeño circo itinerante. Pero este hombre sin alma ha tropezado con una mujer que es todo corazón. Antes de que pase mucho tiempo, la pasión los tendrá a su merced y sin red de seguridad...

 ∞ Autor: Susan Elizabeth Phillips ∞ Páginas: 510 ∞ Editorial: Zeta Bolsillo ∞ Puntuación: ✩✩✩✩✩

Doy gracias a Dios por habernos dado a SEP y que esta nos haya regalado este libro.

No sé las veces que lo habré releído, pero siempre me emociona y conquista en las mismas partes.

“-Esta noche no, Daisy. Te necesito.”

Es un libro maravilloso, con una historia de amor que a las románticas como yo las hace sufrir hasta el final. Alex y Daisy te enganchan a sus páginas, y hacen que te enamores del circo en el que viven, junto con todos los animales que hay allí dentro.

Daisy es toda inocencia, dulzura y amor. Es generosa, valiente y siempre intenta ver el lado bueno de las cosas. Es romántica hasta la médula, y siente un cariño hacia los animales enorme. Es tan diferente a Alex, que por eso es perfecta para él.

Alex es terco, dominante y muy orgulloso. Intenta ser siempre justo, adaptarse a lo que le rodea, y trabaja muy duro. La vida no ha sido justa para él, y por eso rehúye de todo lo que tenga que ver con flores y corazones, por miedo a que le haga daño. Y es por ese miedo, que ha creado una coraza a su alrededor, y no deja que nadie se acerque a él.

“-Calla, amor. Cállate y deja que te ame.”

Daisy, poco a poco, va rompiendo esa coraza, y termina metiéndose bajo la piel de Alex. 

Pero como toda historia buena de amor, también nos harán de sufrir.

“—Ya no te amo —susurró ella. —No te amo en absoluto.

A él se le puso un nudo en la garganta.

—No importa, cariño. Yo tengo amor suficiente por los dos.”